Conoced la verdad y ella os hará libre


El Biometro de Bovis

El conjunto de las radiaciones y energías presentes en un lugar, así como la interacción entre ellas y sus moradores, son medidos a través de la sensibilidad radiestésica, por medio del péndulo y una escala, que nos pueden ofrecer una medida de la calidad general del hábitat.

La regla biométrica fue creada por el físico francés Antoine Bovis con la colaboración del ingeniero Simoneton. Fue utilizada como escala de medición el Angstrom (Å), o unidad de medida de la largura de onda. 1Å;La = décima millonésima de milímetro. En la primera dimensión del Biómetro, el nivel físico va de 0 a 10.000 unidades. Mide la intensidad del lugar, la vibración que tiene un efecto sobre el elemento físico del ser humano. El uso del Biómetro permite una mayor exactitud en la medida de las vibraciones sutiles del mundo que nos cerca. Pueden ser utilizados cualesquier tipo de testimonios: biológicos (mecha de cabellos, gota de sangre o saliva sobre papel filtro, uñas, etc.), fotos, mapas, textos manuscritos o impresos, palabras, productos, etc. Se considera como medida vital óptima 6.500 unidades Bovis. Cuando un lugar tiene una vibración superior (digamos 8.000 unidades) él nos trae un aporte de energía vital. Eso ocurre en zonas neutras y libres de corrientes telúricas y de contaminaciones varias. Ya un lugar que vibre abajo de 6.000 producirá una desvitalización sobre cualquier ser vivo que ahí permanezca. Un estudio realizado por Simoneton estableció que cada enfermedad y cada agente patógeno concreto se desarrollan en un medio vibratorio específico (el bacilo de Kock, responsable por la tuberculosis, en 5.500 unidades Bovis, el cáncer en vibraciones próximas de 4.000, etc.). Lo que equivale a decir que, si un lugar prospectado presenta una tasa vibracional próxima de 4.000 unidades Bovis, es probable que estemos ante una zona de cáncer. En radiestesia es absolutamente indispensable el uso del Biómetro. No basta encontrar una respuesta sí o no, es preciso cuantificar. Por ejemplo, tenemos alguien enfermo: midiendo su índice de vitalidad podremos calcular la gravedad de la enfermedad. Cuando sea aplicado un tratamiento a esa persona será nuevamente a través de la medida de la vitalidad que sabremos evaluar sus condiciones de mejora o no. Los alimentos que ingiramos pueden y deben ser medidos en el Biómetro. Y sorprendente veamos que frutas y verduras frescas y cultivadas naturalmente presentan altas vibraciones (entre 8.000 y 9000 Å). Luego después de la cosecha, el índice va decrescendo a medida que el tiempo pasa (hasta 3.000 o 4.000 Å). Alimentos refinados — harina blanca, arroz blanco, azúcar, etc. llegan a emitir abajo de los 2.000 Å

Simoneton enfermo de tuberculosis consiguió superar su dolencia testando todos los alimentos que consumía y tomando solo aquellos que tuviesen una vibración alta.
Por sobre las 6.500 unidades se beneficia la salud, y por debajo de esta cifra se manifiestan – después de un periodo más o menos prolongado – las enfermedades. Así, el cáncer está – en la frecuencia de los 4.000 a los 4.500, la tuberculosis entre los 5.000 y los 5.500, etc. Por lo tanto, mientras más se alejan de esta cifra la radiaciones nocivas, mayor es el daño que causan en los tejidos, los órganos, las glándulas endocrinas y áreas específicas.
Cuando se lleva a efecto una prospección habitacional y se detecta una radiación nociva, el radiestesista debe indagar sobre el tipo de radiación, determinando su origen y la intensidad de ella para poder tener una idea clara de la severidad de la situación enfrentada.
A partir del Biómetro de Bovis, la destacada geobióloga Blanche Merz conceptuó y diseñó el biómetro ampliado que cubre el rango de frecuencias de 10.000 a 20,000 unidades bovis. Con él se cubre el campo de los niveles vibracionales etéricos (de 11.000 a 13.500 unidades bovis) y el de los niveles vibracionales espirituales (de 13,000 a 19,500 unidades bovis). Muy recientemente, la Maison de la Radiesthesie de Paris, Francia. ha puesto en el mercado un biómetro que cubre el rango de frecuencias de 0 a 30.000 unidades bovis, el cual es realmente amplio.
Otra forma de utilizarlo es situando el péndulo sobre la parte izquierda de la gráfica y mover lentamente la mano hacía la derecha. El péndulo girará en círculos como pretendiendo adelantarnos. Cuando se para sobre una medida, deja de girar y nos la indica.

En resumen, si el lugar o el objeto estudiado vibra en niveles inferiores y el hombre permanece por períodos prolongados en dicho ambiente o ingiere permanentemente alimentos que esten mucho tiemtiempo en ese lugar, comenzarán a manifestarse en su organismo desequilibrios que den lugar al resquebrajamiento de su salud.
Cuanto más decrece el nivel de vibración de la energía estudiada y se aleja del punto 6500 UB más nociva se hace y mayor daño causará.
Si por el contrario el ambiente o el alimento vibran con frecuencias superiores a las 6500UB se beneficiará la salud en general.
 

Algunos tipos de Biometros que circulan en la red. Mi preferido es el de Epifanio.

 


 



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